domingo, 21 de marzo de 2010

Metafísica. Aristóteles. 1.1-4

En la práctica la experiencia no parece diferir del arte, y se observa que hasta los mismos que sólo tienen experiencia consiguen mejor su objeto que los que poseen la teoría sin la experiencia. Esto consiste en que la experiencia es el conocimiento de las cosas particulares, y el arte, por lo contrario, el de lo general. Ahora bien, todos los actos, todos los hechos se dan en lo particular. Porque no es al hombre al que cura el médico, sino accidentalmente, y sí a Calias o Sócrates o a cualquier otro individuo que resulte pertenecer al género humano. Luego si alguno posee la teoría sin la experiencia, y conociendo lo general ignora lo particular en él contenido, errará muchas veces en el tratamiento de la enfermedad. En efecto, a lo que se trata de curar es al individuo. Sin embargo, el conocimiento y la inteligencia, según la opinión común, son más bien patrimonio del arte que de la experiencia, y los hombres de arte pasan por ser más sabios que los hombres de experiencia, porque la sabiduría está en todos los hombres en razón de su saber. El motivo de esto es que los unos conocen la causa, y los otros la ignoran.

LIBRO I. Capítulo 1


El saber, la ciencia, nota Aristóteles, consiste en conocer las causas de lo que sucede, no meramente en saber que algo sucede. Su filosofía comienza por lo que conocemos por los sentidos y se dirige hacia el conocimiento de lo universal, pero de lo universal que existe en el individuo, pues es al individuo concreto al que conocemos y sobre el que podemos actuar ya que no conocemos un universal ni actuamos sobre un universal. Una persona que pretende curar a Sócrates no sólo debe saber que tal remedio es conveniente para tal enfermedad sino que esa enfermedad es la que Sócrates padece y que el remedio no le resulta inservible o perjudicial a Sócrates como individuo.

Sin embargo, el conocimiento de unos casos particulares no permite conocer otros casos que no sean idénticos a los primeros. Si alguien ha conseguido bajar una fiebre con un medicamento pero no sabe otra cosa más que este hecho sucedió así, se podrá encontrar con una infección que no pueda tratar sólo con bajar la fiebre. Lo que observamos a simple vista no está claramente definido y no permite distinguir entre casos que resultan similares en el aspecto que podemos ver. Dos infecciones pueden parecer similares y deberse a agentes infecciosos diferentes, o dos dolores parecernos similares y tener causas diversas, y no podrán ser curados por una persona que sólo conozca que en unos casos tal fiebre o tal dolor se curaron de tal manera concreta.

Aunque se ha tenido a Aristóteles por un filósofo especulativo y el título de su libro Metafísica ha venido a significar la filosofía hueca por excelencia, ocupada en problemas sin solución y sin aplicación, me parece que se trata de una visión distorsionada y que podemos encontrar en este filósofo a un científico que busca explicaciones generales de los hechos particulares, como cualquier científico actual, sólo con las limitaciones de su época y con un modelo de explicación muy influido por los hechos biológicos y que resulta inadecuado para extrapolarlo a la realidad física más básica.

Parménides responde a los anteriores filósofos aludiendo a que todo lo que explica los fenómenos debe tener una realidad constante y verdadera, distinta de la mera opinión provisional y personal. Por eso ejemplifica al Ser, a todo lo que es constante y sustantivo frente a la variedad de los fenómenos, como una esfera, que tiene el mismo aspecto vista desde cualquier punto, mientras que otras figuras geométricas son vistas de acuerdo con la perspectiva que tengamos de ellas. Heráclito le responde que, si todo es Ser constante, no hay cambio y Platón trata de responder a Heráclito diciendo que lo constante del Ser son las formas, las estructuras, pero no los seres individuales; sólo que estas formas son universales separados de los seres individuales. La respuesta de Aristóteles a Platón y a los problemas anteriores consiste en que lo universal es algo presente en la estructura de lo individual, o no es explicación de nada.

Podemos reírnos al leer la terminología de los filósofos, como el agua, el fuego, el ser esférico inmutable, las Ideas o la entelequia, pero sería, a mi juicio, por ignorancia de quien no conoce las claves del lenguaje de ideas que manejaban. Hoy la ciencia trata de estructuras matemáticas que existen en los fenómenos como la función en cada uno de sus puntos, como la ley física en cada hecho natural y cada ser observable, y trata de responder con otro lenguaje y otros procedimientos más cercanos a la experimentación a los mismos desafíos de la realidad y de nuestra capacidad de comprensión y de expresión.



Libro I

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