lunes, 22 de marzo de 2010

Metafísica. Aristóteles. 1.1-5

En efecto, los hombres de experiencia saben bien que tal cosa existe, pero no saben por qué existe; los hombres de arte, por lo contrario, conocen el porqué y la causa. Y así afirmamos verdaderamente que los directores de obras, cualquiera que sea el trabajo de que se trate, tienen más derecho a nuestro respeto que los simples operarios; tienen más conocimiento y son más sabios, porque saben las causas de lo que se hace; mientras que los operarios se parecen a esos seres inanimados que obran, pero sin conciencia de su acción, como el fuego, por ejemplo, que quema sin saberlo. En los seres inanimados una naturaleza particular es la que produce cada una de estas acciones; en los operarios es el hábito. La superioridad de los jefes sobre los operarios no se debe a su habilidad práctica, sino al hecho de poseer la teoría y conocer las causas. Añádase a esto, que el carácter principal de la ciencia consiste en poder ser transmitida por la enseñanza. Y así, según la opinión común, el arte, más que la experiencia, es ciencia; porque los hombres de arte pueden enseñar, y los hombres de experiencia no. Por otra parte, ninguna de las acciones sensibles constituye a nuestros ojos el verdadero saber, bien que sean el fundamento del conocimiento de las cosas particulares; pero no nos dicen el porqué de nada; por ejemplo, nos hacen ver que el fuego es caliente, pero sólo que es caliente.

LIBRO I. Capítulo 1


Lo que conocemos del mundo puede consistir en hechos o en regularidades. Un hecho es la coincidencia de dos o más datos de modo que queda identificado como distinto de cualquier otro hecho que contenga diferentes datos. Así "esta nieve es blanca" es un hecho diferente de "esa nieve es blanca" en la medida en que las designamos así por la mayor o menor cercanía al sujeto que conoce. Una regularidad es la correspondencia sistemática de diferentes datos, tal que unos son función de otros como "la nieve es blanca" que significa que "toda nieve es blanca" o que "si algo es nieve, es blanca". Los hechos y las regularidades son, respectivamente, puntos y funciones en un espacio que tiene como base una serie de datos irreducibles unos a otros, al menos en términos subjetivos.

Pero el conocimiento de un hecho, o de una serie de hechos que no se reducen unos a otros, es experiencia, recuento y archivo de datos mientras que el conocimiento de una regularidad es lo que permite inferir y prever otros hechos a partir de los conocidos y de la regularidad. Por eso Aristóteles dice que el director de obras, el que conoce las causas, tiene más conocimientos que los operarios pues éstos son capaces de ejecutar tareas con habilidad como elevar los muros rectos, cosa que quizá no haría tan bien el arquitecto, pero no podrían construir edificios diferentes de los que ya hubieran construido aplicando las mismas reglas que aplicaron antes.

Sin embargo, el conocimiento de las causas es el de las regularidades, que se obtiene por experiencia. Podemos imaginar que si los operarios desean elevar más los muros que en ocasiones anteriores manteniendo el resto de proporciones y se les derrumban, pero prueban a hacerlos más anchos y con cimientos más profundos y consiguen hacerlos altos y estables, deducirán una regla general tal como que "los muros altos necesitan ser más anchos y estar mejor cimentados". Pues son reglas como éstas las que conoce el arquitecto y fue de ese modo como se fueron edificando los grandes edificios romanos o las grandes catedrales medievales, mediante pruebas de diferentes soluciones, descartando los errores.

El conocimiento de regularidades físicas, como las que usa el arquitecto o el ingeniero no es diferente en esencia del de que una pared más alta necesita ser más ancha sino que el conocimiento de la resistencia de materiales es una generalización de nivel superior, que abarque todo tipo de materiales y estructuras.

Aristóteles señala aún dos cosas más, relacionadas con la anterior. Una, que el conocimiento sensible es de hechos individuales y que por tanto no es equivalente a una regularidad. Sentimos que este fuego es caliente pero eso no es una regularidad del tipo que "todo fuego es caliente" ya que lo que percibimos de manera diferente, la luz, el calor, el humo, puede aparecer combinado de forma diferente a no ser que exista una regularidad en las cosas y que la conozcamos. Por ejemplo, cualquiera creería que el agua hirviendo está muy caliente, pero a mayor altitud y menor presión atmosférica el agua entra en ebullición a menor temperatura. La segunda, que sólo el conocimiento de regularidades puede ser enseñado ya que sólo podemos enseñar por descripciones lo que se expresa como una regularidad. Sin embargo, la habilidad no es un conocimiento sino un hábito que sólo se adquiere con la práctica, tal como aprender a tocar el violín no consiste en saber que tiene cuatro cuerdas afinadas a intervalos sino en saber dónde colocar y cómo mover los dedos y el arco para que resulte una melodía afinada.

La afirmación de que los conocimientos sensibles son de hechos individuales y no de regularidades hace de Aristóteles un empirista en el mismo sentido en que lo es Hume cuando dice que ver salir el Sol no es equivalente a conocer que todos los días va a salir de la misma manera.



Libro I

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